Sara Duarte vive en el departamento de Boyacá, Colombia, con su esposo, dos niñas y el bebé Dylan Javier. Cuando le diagnosticaron Chagas, pensaba que ya estaba avanzada, pues recuerda haber jugado con barberos en botellas sin saber que le estaban transmitiendo una enfermedad. Sara recibe tratamiento en el ámbito del Programa de DNDi para la Eliminación de Barreras de Acceso al Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Chagas. “Donde nací, las casas son de adobe o piedra. Vimos estos animalitos corriendo por la casa y, cuando nos íbamos a dormir, nos mordían. La doctora explicó que la enfermedad de Chagas afecta los órganos, el corazón y, como estaba embarazada, dijo que en ese momento no me podía tratar, solo después de amamantar al bebé. Solo pensaba: 'Espero que mi el bebé no nazca con la enfermedad'".