El pasado 28 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la nueva hoja de ruta para las enfermedades desatendidas con el título: Poner fin a la desatención para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles
¿Por qué es importante?
Se trata de un esfuerzo por acordar y alcanzar metas y objetivos de impacto para prevenir, controlar y eliminar las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) de 2021 a 2030. Esta hoja de ruta, aprobada por todos los países de la OMS, está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Se trata de
marco general sobre el que cada país debe desarrollar su propio plan nacional y adaptar esos objetivos a su contexto. Se basa en tres pilares para fortalecer la respuesta de los programas de salud a las ETD: A. Acelerar la acción de los programas de salud orientados a indicadores de impacto. B. Intensificar los enfoques transversales. C. Un cambio en los modelos operativos y la cultura para facilitar la apropiación y empoderamiento de los países.
¿Cuáles son sus objetivos más destacados para 2030?
• 90% menos de personas que necesitan tratamiento para las ETD
• 100 países eliminan, al menos, una ETD
• 2 ETD erradicadas (dracunculosis y pian)
• 75% de reducción en la discapacidad ajustada a años de vida (DALYs) asociadas a las ETD
¿Cuáles son los objetivos generales para Chagas?
Chagas está en el grupo de enfermedades cuyo objetivo, en 2030, es que se hayan eliminado como problema de salud pública (esta precisión es importante, ya que es diferente a erradicarse o eliminarse totalmente). Se han establecido acciones críticas para la mejora de la respuesta de los sistemas de salud y del personal sanitario. En cifras, concretas:
• 15 países, en 2030, interrumpen la transmisión (por vía vectorial, maternoinfantil, transfusional, y por trasplantes)
• 75% de la población elegible con cobertura de tratamiento antiparasitario.
¿Es realista?
Hay que considerar que esta hoja de ruta fue diseñada entre 2018 y 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 comenzase. No estamos seguros si todos los programas o los subprogramas de la enfermedad de Chagas conocen bien la hoja de ruta. En cualquier caso, ni los programas ni los sistemas de salud en el mundo están ahora en las mismas condiciones de entonces. Otro de los asuntos críticos es que se necesita un plan de revisión y captación de los recursos necesarios en cada país para que el plan sea viable.
¿Qué deben hacer los países?
Revisar la hoja de ruta y estudiar cómo adaptarla a sus propios planes nacionales con el ajuste necesario. La hoja de ruta establece varios períodos de revisión. El primero será en 2023. La participación activa de los países endémicos de Chagas será clave. Sería bueno que los países la analicen, conjuntamente, con las organizaciones que trabajan en la enfermedad y con grupos de personas afectadas. Siempre es mejor tener un plan con el máximo consenso global.
Este artículo se publicó originalmente en el Informativo de la Plataforma Chagas