Mientras algunas enfermedades y virus reciben mucha atención, otras son completamente ignoradas. Esta es la realidad diaria de los 1,7 mil millones de personas alrededor del mundo que se ven afectadas por enfermedades tropicales desatendidas (ETD).
A pesar de afectar a un enorme número de personas, causando sufrimiento, incapacidad y muerte, apenas una fracción de la investigación y desarrollo farmacéutico mundial está orientada a estas enfermedades que afectan a comunidades pobres y vulnerables. Como consecuencia, no se desarrollan nuevos tratamientos y otras herramientas de salud para estas dolencias. Los únicos tratamientos disponibles, cuando existen, son ineficaces, tóxicos, caros y/o difíciles de administrar.
Es por ello que existe la DNDi: para cerrar una brecha del mercado y descubrir, desarrollar y brindar tratamientos urgentes para estos pacientes desatendidos.
Nuestro trabajo es fundamental para alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sustentable y de la Hoja de Ruta de las Enfermedades Tropicales Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud.