La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) concluyó con sentimientos encontrados. Muchos esperaban avances más sólidos en la eliminación de los combustibles fósiles y el financiamiento climático, y había consenso en que progresar en estas áreas sería desafiante. Pero, en medio de negociaciones complejas y agotadoras, un tema largamente esperado recibió la visibilidad que merece: la salud. Por primera vez, el tema fue incluido oficialmente en la agenda de la COP, reflejando una comprensión creciente de que el cambio climático no es solo una cuestión ambiental o económica, sino profundamente humana —una crisis que ya está imponiendo impactos dramáticos a comunidades y sistemas de salud en todo el mundo. En este contexto, el eje de salud de la COP30 alcanzó una visibilidad, ambición y movilización sin precedentes.
Junto con nuestros socios, nuestros equipos trabajaron a lo largo de 2024 y 2025 para garantizar que las enfermedades infecciosas influenciadas por el clima, la innovación y la equidad se incorporaran de manera consistente en la conversación global sobre clima y salud. Esto incluyó aportes al desarrollo del Plan de Acción en Salud de Belém (BHAP), coordinación con socios durante la COP30 y apoyo a las negociaciones centradas en salud en el marco de la Meta Global de Adaptación (GGA).
Contribución de DNDi al BHAP: Garantizar la inclusión de enfermedades infecciosas relacionadas con el clima e innovación
DNDi trabajó en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud de Brasil, OPS/OMS, Fiocruz y socios internacionales, incluidos CEPI, MMV, Unitaid y Gavi, en la elaboración del BHAP, desde los primeros borradores hasta el plan final negociado. Nuestra contribución ayudó a garantizar que el plan:
- Incluya acciones concretas para prevenir, detectar, diagnosticar y tratar enfermedades infecciosas sensibles al clima;
- Tenga la innovación biomédica y el acceso equitativo a herramientas de salud como elementos centrales —incluyendo herramientas adaptadas al calor extremo, cadenas de suministro inestables y contextos vulnerables al clima—; y
- Refuerce la participación comunitaria, el compromiso social y la implementación basada en realidades vividas.
El lanzamiento del BHAP —respaldado por más de 80 países— en el histórico Día de la Salud de la COP30 es un hito en la gobernanza climática global. Su visión está fuertemente alineada con la misión de DNDi: innovación con equidad, sin dejar atrás a las comunidades desatendidas.
Construyendo una coalición para enfermedades infecciosas sensibles al clima
Junto con CEPI, Gavi, Unitaid, MMV y Fiocruz, DNDi organizó un evento paralelo oficial dedicado a las enfermedades infecciosas relacionadas con el clima en el Pabellón de Salud de la COP30. Este esfuerzo coordinado puso en primer plano el dengue, la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas, el chikunguña y otras enfermedades desatendidas, y también garantizó que líderes indígenas, jóvenes y representantes comunitarios —cuyas voces deben estar en el centro del debate sobre clima y salud— tuvieran espacio y visibilidad para conducir y dar forma a estas conversaciones.
Garantizar el liderazgo comunitario y la participación democrática
Belém contó con una presencia vibrante de la sociedad civil. DNDi participó en movilizaciones, apoyó el lanzamiento de la Red Brasileña de Salud y Clima y fortaleció vínculos con organizaciones indígenas, territoriales y comunitarias. Esta COP reafirmó un principio fundamental: la respuesta sanitaria a la crisis climática solo tendrá éxito si es moldeada por quienes más sufren sus impactos.

Foto: Fernando Sette
Apoyo a las negociaciones en el marco de la Meta Global de Adapación (GGA)
DNDi ha seguido de cerca el proceso de la GGA durante los últimos dos años. Desde el inicio, nuestros equipos defendieron la inclusión de indicadores sobre enfermedades infecciosas relacionadas con el clima dentro del objetivo temático de salud. “Nivel de incidencia de enfermedades infecciosas sensibles al clima, incluido como resultado de acciones de adaptación cuando corresponda” es uno de los 59 indicadores finales aprobados por los negociadores. Este indicador es esencial para monitorear la evolución de estas enfermedades y orientar medidas de adaptación en un mundo que se está calentando.
Nuestras contribuciones reforzaron la necesidad de datos que reflejen las realidades de las poblaciones más vulnerables al clima y destacaron la importancia de esfuerzos de adaptación que incluyan el desarrollo y la disponibilidad de herramientas de salud adecuadas —incluyendo diagnósticos, tratamientos y vacunas—. También recalcamos la necesidad de implementar medidas como el fortalecimiento de la vigilancia en tiempo real, sistemas de alerta temprana, comunicación en salud pública y acceso a agua potable, saneamiento y atención primaria. Estos elementos son fundamentales para que los países puedan responder de manera efectiva a los impactos del cambio climático en la salud.
Un mandato fortalecido para clima y salud hacia adelante
Con el BHAP lanzado, nuevos recursos anunciados por la Climate & Health Funders Coalition y el reconocimiento de las enfermedades infecciosas como un canal relevante de impacto climático, la COP30 estableció una base sólida sobre la cual DNDi y sus socios pueden avanzar. La Climate & Health Funders Coalition marcó el Día de la Salud con un compromiso de 300 millones de dólares para impulsar la innovación y fortalecer sistemas de salud resilientes al clima.
Nuestros equipos regresaron de Belém con alianzas fortalecidas y con claridad en nuestro mandato: acelerar la innovación para las enfermedades infecciosas relacionadas con el clima y garantizar el acceso equitativo a herramientas de salud que protejan a las poblaciones más afectadas.
Seguimos comprometidos en apoyar a países, comunidades y socios globales para transformar compromisos en acción. A lo largo de las décadas, el debate climático ha evolucionado: del enfoque en la ecología al enfoque en la economía. En Belém, este enfoque se centró en las personas y en los impactos de la crisis climática sobre la salud. Ahora, los nuevos compromissos para sistemas de salud resilientes al clima y poblaciones más saludables deben convertirse en acciones concretas.