El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra el 28 de julio cada año.

Para la hepatitis C, que afecta a unos 58 millones de personas en todo el mundo, ya existen medicamentos capaces de curar la enfermedad en la mayoría de los pacientes, pero las barreras en el acceso al diagnóstico y tratamiento siguen siendo retos a superar para la erradicación de la enfermedad.

En junio de 2023, la DNDi y la Coordinación de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de Argentina promovieron la capacitación de profesionales de salud en las ciudades de Córdoba y Villa María, con el objetivo de construir un camino para la descentralización de la oferta de diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C en la provincia de Córdoba.

Para el médico infectólogo Mariano Hurtado, coordinador del Programa de Hepatitis Virales dependiente del Programa Provincial de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis de la Provincia de Córdoba, es fundamental fortalecer la atención primaria, para que los profesionales de salud que actúan desde allí puedan diagnosticar la hepatitis C, tratar a los pacientes sin gravedad y derivar a los especialistas a los que tienen la enfermedad en estado avanzado.

¿Cuáles son los objetivos principales del Programa de Hepatitis Virales?

Mariano Hurtado: Nuestros objetivos fundamentales son expandir la oferta diagnóstica en los equipos de salud y en la comunidad, centrado en realización de pruebas rápidas con confirmación mediante test reflejo; capacitar permanentemente al equipo de salud, sobre todo en Primer Nivel de Atención; y concientizar la población a través de difusión permanente y realización de eventos los días claves como el 28 de julio de cada año.

¿Qué otras actividades desempeñan?

Mariano Hurtado: También trabajamos para ampliar la accesibilidad de tratamiento tanto para el virus de la hepatitis B como el virus de la hepatitis C con base en conceptos de tratamiento simplificado; notificar todos los eventos confirmados al Sistema Informático Argentino y estimular el cumplimiento de pautas de vacunación frente a las hepatitis A y B.

Ha cambiado el escenario de los medicamentos para la hepatitis C. ¿Cómo analiza los cambios?

Mariano Hurtado: La llegada de los AAD (antivirales de acción directa) fue un cambio drástico y rotundo en el manejo terapéutico de los pacientes con el virus de la hepatitis C. Ellos permitieron evitar tratamientos que requerían de medicación inyectable y por tiempo prolongado (por ejemplo, interferón pegilado), con múltiples complicaciones asociadas a reacciones adversas medicamentosas o intolerancia y con bajas tasas de eficacia terapéutica.

¿Cuál es el escenario actual?

Mariano Hurtado: En el día de hoy disponemos de medicación solamente por vía oral, por tiempo acortado (2 a 3 meses de tratamiento en la mayoría de los pacientes), con escasas reacciones adversas y con niveles de curación que rondan el 98% independientemente de edades, comorbilidades, genotipos u otras consideraciones que pudiera tener el paciente.

¿Esta enfermedad podría ser eliminada?

Mariano Hurtado: Claramente, con los tratamientos hoy disponibles, la hepatitis C pasa a ser una patología con posibilidad de erradicación.

¿Cuáles son los desafíos actuales en la lucha contra la hepatitis C?

Mariano Hurtado: El principal desafío consiste en ampliar la oferta diagnóstica, considerando que la gran mayoría de las personas viviendo con hepatitis virales desconoce su condición, y aparte la gran mayoría de ellos se encuentran asintomáticos. Por eso, el desafío está en masificar la oferta de testeo, y en dicha cuestión la articulación con el Primer Nivel de Atención es clave.

¿Por qué?

Mariano Hurtado: Hay una necesidad imperiosa que desde el Primer Nivel de Atención se implementen los pedidos de análisis con fines diagnósticos y, a su vez, asume el manejo integral de aquellos pacientes confirmados debido a que, según nuestros registros, el 70% de los pacientes no presentan patología hepática avanzada. Por ende, no es necesaria articulación con centros de 2° o 3° nivel de atención ni manejo por especialistas.

Desde su experiencia, ¿cómo se sienten los pacientes cuando se enteran de que tienen esta enfermedad?

Mariano Hurtado: Generalmente, en aquellos pacientes sin enfermedad avanzada, al momento del diagnóstico tienen mucho desconocimiento sobre la patología y, por ende, mucha incertidumbre. Cuando se los asesora sobre las posibilidades concretas de curación definitiva sin ninguna secuela en el futuro, se logran calmar y afrontar los pasos que sean necesarios para acceder al tratamiento.

¿Y los pacientes con hepatitis C avanzada?

Mariano Hurtado: La situación de aquellos con diagnóstico confirmado en etapa avanzada, con consecuencias severas en su salud, es muy distinta porque lamentablemente, en esas situaciones, los pacientes se encuentran en condiciones clínicas comprometidas. En ellos la curación viral no permite garantizar que no haya consecuencias desfavorables en el futuro inmediato. Además, en estas situaciones, el manejo se torna mucho más complejo. En algunos casos, hay necesidad de procedimientos muy invasivos como trasplante hepático, por ejemplo.

Hurtado en la sesión de capacitación para profesionales de salud de Córdoba. Foto: Angie Vasena-DNDi

Hurtado en la sesión de capacitación para profesionales de salud de Córdoba. Foto: Angie Vasena-DNDi

¿Cuál es la importancia de las capacitaciones como las que se llevaron a cabo en Córdoba?

Mariano Hurtado: La importancia principal es garantizar que los equipos de salud en general, y principalmente el Primer Nivel de Atención, tengan el conocimiento necesario para incorporar pautas diagnósticas y terapéuticas de hepatitis virales en su práctica cotidiana. Así, se podrá lograr una atención integral de forma descentralizada, permitiendo de esa manera la expansión de la oferta diagnóstica y terapéutica y, por supuesto, también la adecuada clasificación de aquellos pacientes más comprometidos para articular de forma rápida y eficiente con centros de mayor complejidad.

¿Qué papel juega o puede jugar Argentina para la ampliación del tratamiento de la hepatitis C?

Mariano Hurtado: La Coordinación de Hepatitis Virales dependiente de la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Salud de la Argentina viene desarrollando un proyecto sumamente importante.  Hoy disponemos de tecnologías diagnósticas precisas y tratamientos que se encuentran como tratamiento de primera línea en todas las guías científicas internacionales y nacionales. El deseo es que se logre poder mantener de forma uniforme, en todo el territorio nacional, la disponibilidad de tales recursos. Para eso, es fundamental el trabajo mancomunado de cada una de las jurisdicciones provinciales.

¿Cuál es el mérito de la reciente Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, Otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y Tuberculosis (TBC)?

Mariano Hurtado: La Ley N° 27.675 toma en cuenta no solo derecho biomédicos en las personas viviendo con VIH, Hepatitis Virales y TBC, sino también incorpora perspectiva de enfoque de género y de derechos humanos, entre otras consideraciones que garantizan la accesibilidad a una atención integral. Todos estos avances que viene implementando Argentina pueden servir de punto de partida para otros países que puedan estar más atrasados en la implementación de medidas frente a las hepatitis virales.