El gobierno brasileño ha puesto en marcha una política pública para acabar con 11 enfermedades socialmente determinadas en el país, grupo que incluye enfermedades consideradas desatendidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como Chagas, Hansen y Esquistosomiasis. El lanzamiento del Plan Nacional de Eliminación de Enfermedades Socialmente Determinadas está previsto para el 8 de febrero de 2024, en una ceremonia a llevarse a cabo en el Palácio do Planalto, anunció el científico sanitario y epidemiólogo Draurio Barreira, coordinador del Comité Interministerial para la Eliminación de la Tuberculosis y otras Enfermedades Socialmente Determinadas (CIEDDS), durante el evento que celebró los 20 años de DNDi, el pasado 28 de noviembre de 2023, en Río de Janeiro.

Para celebrar el 20º aniversario de fundación de la iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), el simposio “20 años de DNDi: Soluciones sostenibles para desarrollar la mejor ciencia para poblaciones aún desatendidas” reunió a una serie de actores del campo de I+D para dichas enfermedades, incluidos expertos internacionales, desarrolladores de productos, responsables de políticas públicas y organizaciones de la sociedad civil, en rondas de debate. Los avances logrados por DNDi y sus socios desde la creación de la organización, los desafíos que persisten en la investigación y desarrollo (I+D) de tratamientos para enfermedades desatendidas y las brechas en el acceso a medicamentos de las personas afectadas estuvieron entre los temas de la agenda. El encuentro tuvo lugar en la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), en Manguinhos, zona norte de Río de Janeiro, y fue coorganizado por Fiocruz y Médicos Sin Fronteras (MSF).

En el evento, Barreira dijo que un mapeo realizado en 2023 mostró que las enfermedades socialmente determinadas están más concentradas en 175 municipios de Brasil que, inicialmente, serán tratados como una prioridad en la estrategia del Plan Nacional de Eliminación. “Son ciudades que tienen un alto nivel de vulnerabilidad y donde hay una alta carga de dos a siete de estas enfermedades”, añadió.

Considera que la acción está “en sinergia” con DNDi, que adopta un modelo alternativo de I+D para atender a las poblaciones socialmente vulnerables, afectadas por enfermedades olvidadas, un público generalmente ignorado por la industria farmacéutica privada. “Estamos en el mismo barco cuando hablamos de acceso”, dijo sobre el comité, DNDi y el Programa para Poblaciones y Enfermedades Desatendidas, uno de los seis ejes anunciados por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva al establecer la Estrategia Nacional para el Desarrollo del Complejo Económico-Industrial de Salud, en septiembre de 2023.

Según Barreira, director del Departamento de VIH/Sida, Tuberculosis, Hepatitis Virales e Infecciones de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud, la meta de eliminar enfermedades socialmente determinadas sigue básicamente lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la llamada Agenda 2030, establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la cual Brasil es signatario.

“Juntos encontraremos las soluciones”, dijo el director ejecutivo de DNDi 

Al cerrar el evento, el director ejecutivo de DNDi, Dr. Luis Pizarro, destacó el papel de Brasil en la producción e intercambio de conocimientos en I+D para enfermedades desatendidas: “Espero que Brasil inspire a otros países”, dijo. Llamando la atención sobre los problemas que enfrenta el mundo actualmente, con “cambios globales radicales”, como los resultantes del cambio climático, el debilitamiento de las relaciones multilaterales, el populismo y los conflictos bélicos. Pizarro hizo especial referencia al trabajo que MSF lleva a cabo en Oriente Medio, atendiendo a las víctimas de la guerra entre Israel y Hamás.

El director ejecutivo de DNDi también defendió la unión del sector político, científico y privado con la sociedad civil para que se encuentren respuestas a los problemas globales actuales. Y destacó la relevancia de las asociaciones de personas con enfermedades desatendidas en el trabajo que realiza DNDi.

“Juntos encontraremos las soluciones para este momento agitado y esperamos poder seguir haciendo ciencia en los próximos 20 años”, dijo.

En representación de las personas afectadas por enfermedades desatendidas, la presidenta de la Asociación de Chagas de Bahía (Achaba), Amélia Bispo do Santos, habló de las dificultades que los pacientes aún enfrentan a diario, como los problemas para acceder al diagnóstico y tratamiento. Por ello, exigió más acciones por parte de las autoridades.

“La prueba inmediata está al alcance, pero no en todos los centros de salud”, lamentó.