El tratamiento para Chagas con benznidazol es eficaz, pero tiene limitaciones: tarda 60 días y un 20% de los pacientes abandona el tratamiento debido a los efectos secundarios, que incluyen intolerancia gástrica, erupciones cutáneas o problemas neuromusculares. Para analizar si estos efectos estaban relacionados con la dosis o la duración del tratamiento, la DNDi decidió evaluar la eficacia de nuevos regímenes con una exposición reducida al benznidazol, ya sea con un tratamiento más corto, dosis más bajas o ambos.
En 2013, un ensayo de prueba de concepto mostró que el fosravuconazol, un fármaco antifúngico de la clase de los azoles descubierto por Eisai, presentaba buena seguridad y era eficaz en la eliminación del parásito que causa la enfermedad de Chagas, pero la eficacia no se sostenía. Un estudio de interacción de fase I evaluó la seguridad y las interacciones farmacocinéticas del fosravuconazol y el benznidazol administrados por separado y combinados. No se identificó ningún problema clínicamente relevante de seguridad o tolerabilidad. Se llevó a cabo un estudio de fase II, aleatorizado y controlado con placebo, en tres centros en Bolivia, entre 2016 y 2018, en el cual se evaluaron en comparación con un placebo seis tratamientos con benznidazol, con variaciones en duración y dosificación, en monoterapia y en combinación con fosravuconazol. El objetivo era mejorar la eficacia, seguridad y tolerabilidad del tratamiento de adultos con Chagas crónico indeterminado. Los resultados mostraron que los nuevos regímenes presentaban un buen perfil de seguridad. Ahora, la DNDi seguirá trabajando con los programas nacionales, socios y ministerios de salud de los países endémicos para confirmar estos resultados y promover las medidas necesarias para registrar el nuevo régimen.